VIDAS REPRESADAS
La comunidad y especialmente las mujeres, decidieron salir a protestar por el detrimento de su calidad de vida: rupturas familiares, nuevas enfermedades asociadas al agua estancada, malos olores, daños al ecosistema, pérdida de trabajo, llevaron a cientos de familias a congregarse y caminar más de setenta kilómetros hasta la capital del departamento de Santander.
La narrativa visual aquí dispuesta, recuerda la lucha dada por mujeres y hombres campesinos y pescadores, que resistieron por 180 días, con sus familias a la intemperie en un parque público de la ciudad, para exigir el respeto y reparación de sus derechos fundamentales.
Al año actual, los gobiernos de turno y la empresa ISAGEN no han cumplido lo acordado.